A veces pienso en los millones de turistas que nos visitan y en cuánto se tienen que extrañar, los que sepan algo de español, de que nos pasemos el día diciendo «con la que está cayendo» y ellos no vean que llueve, ni graniza, ni cae nada de ningún sitio. Hay muchas frases que sólo se entienden dentro de un contexto (otra sería «abrir el grifo»), y conocer un idioma no significa que uno conozca ese contexto.

Los idiomas tienen un pasado y un presente, tanto histórico como social o político. Para saber a qué aludimos cuando decimos «con la que está cayendo» hay que saber que España lleva cinco años de crisis, que tiene un 27% de paro, que se han llevado a cabo serios ajustes presupuestarios en Sanidad y Educación -por mencionar solo dos de las áreas más importantes- y que estamos inmersos en unos procesos judiciales en los que afloran casos de corrupción que nos dejan más decepcionados que cuando nos enteramos de que no existían los Reyes Magos. Todo eso y mucho más queremos decir con esas cinco palabras. ¿Cómo podría un visitante que no forma parte de ese contexto entenderlo?

Quizás habría que elaborar un pequeño (o no tan pequeño) diccionario para dejar en los hoteles que explicara a los turistas expresiones como la que hemos mencionado. O quizás es mejor que sigan en la bendita ignorancia.