Cómo se inventaron las palabras es un misterio, pero un misterio relativo porque sí sabemos cómo han visto la luz algunas de ellas. Hoy traigo aquí unas cuantas que proceden del nombre de un lugar, como por ejemplo gueto. Esta palabra procede del  barrio de Venecia, Guetto, donde en el siglo XIV fueron confinados los judíos; a partir de ese momento gueto ha venido a significar ‘barrio o zona donde vive aislada una minoría, normalmente marginada’.

Sincretismo, encierra en su interior el nombre de Creta, cuyos habitantes, normalmente divididos, se unían ante un enemigo común. El cordel llamado bramante procede del Ducado de Brabante, en los Países Bajos. La tarántula es un insecto que abundaba en las inmediaciones de Taranto, Italia, y el adjetivo campechano remite a la fama de cordialidad de que gozaban los naturales de Campeche, México.

La zarzuela se llama así porque era un tipo de espectáculo que se empezó a representar en la casa de campo La Zarzuela, propiedad del cardenal Infante don Fernando. Bergamotas son las peras de Bérgamo. Lombarda es el nombre de una especie de col originaria de Lombardía, Italia. El bikini viene derechito del nombre del atolón Bikini en la Micronesia.Hay lugares imaginarios que también han producido su palabra: liliputiense, ‘diminuto’, procede del Liliput de Los Viajes de Gulliver y aún hay sitios reales que sugirieron lugares de ensueño, como el fértil valle de Jauja en Perú, de donde «a ver si usted se ha creído que esto es jauja».

Y por último hay nombres de lugar que vienen de nombres propios de persona: Bolivia debe su nombre a Simón Bolivar, Alejandría a Alejandro Magno, Filipinas a Felipe II, Luisiana a Luis XIV y América se llama así por el cartógrafo Américo Vespuccio.

Espero sus aportaciones, porque seguro que me he dejado unos cuantos términos en el tintero.