Los objetos nuevos normalmente llegan con el nombre puesto y muchos de estos términos nuevos son ingleses, como ya hemos visto en otros posts anteriores, pero ahora quería hablarles de los préstamos que no son ingleses y en los que a menudo no reparamos.

Muchos años antes de la preeminencia de lo inglés nos llegaron de Hispanoamérica palabras como cacao, aguacate, chocolate, tomate, canoa, cancha… nombres que como hemos conocido «de siempre» los damos por oriundos de España, pero son tan importados de otro país como trending topics por poner un ejemplo, es solo cuestión de tiempo.

Nuestra lengua, como las demás por otra parte, está llena de préstamos de los más diversos idiomas: El géiser es un préstamo islandés; el kimono, japonés; el safari, es swahili; el sofá, persa; el container, alemán; amateur o debut son franceses; ojalá, alcachofa y aceite son árabes y zulo o abertzale, euskera; orangután es malayo; bolchevique y estepa, rusos y tahúr, armenio.

En estos tiempos de pluralismo y multiculturalidad, demos la bienvenida al diferente porque siempre nos aportará algo.