Ya saben que a veces (procuro que sean pocas para no asustar) se me va la pinza y hablo en este blog de algo que no tiene nada que ver con el lenguaje, pues bien aquí va uno de esos posts y el que avisa no es traidor.
No es que sea aficionada a los documentales de la 2, pero uno de estos días tuve oportunidad de ver un fragmento de uno de ellos. Lo que les quiero contar es el curioso comportamiento de los suricatos. Los suricatos son unos animales mamíferos un poco extraños y totalmente desconocidos para mí. Parecen una mezcla entre un zorro pequeño y un conejo con grandes ojos redondos. Se ponen de pie muy erguidos con sus enormes ojos negros muy abiertos. Cuando perciben un peligro se agrupan y le hacen frente juntos. Es como si llevaran en su genética eso de «la unión hace la fuerza», porque en lugar de huir y que la pague el más lento, forman un círculo entre toda la manada y hacen frente al agresor mostrándole que podría con uno pero no con todos.

Tampoco es que sea aficionada a tomar ejemplo de los comportamientos animales, no creo que podamos compararnos, la verdad, pero esta forma de actuar me dejó pensativa. ¿Cómo es posible que los suricatos reaccionen con tal solidaridad? ¿Por qué cada uno de ellos defiende al prójimo y éste le defiende a él y así se salvan los dos? Aún sigo dándole vueltas.