Estos días en mi casa todos somos académicos de la lengua. Iván, recién llegado de Ucrania, pregunta el significado de palabras que no recuerda o que no ha oído nunca. Hasta ahora siempre había venido en verano por lo que es lógico que pregunte «y estufa ¿qué es?» Y nosotros nos aplicamos en pergeñar una definición para él. Si al aludido no se le ocurre una respuesta bien armada, entonces pasa el testigo al primer incauto que esté cerca. Díselo tú, anda, que yo estoy liado.
Su conversación, prolija por lo demás, a menudo nos provoca la risa tonta por los malentendidos que produce, como el otro día cuando desayunó «una napoleona con chocolate». Pero Iván no se achanta lo más mínimo y prosigue con sus preguntas, su cháchara y su abuso de los demostrativos. Cómo entender que después de tanto esto y eso y algo así y cacharro se despida con un «hasta luego Lucas» que suena tan castizo. Pero «así es la vida» (que es también una de sus frases favoritas).
Comentarios
Aprendiendo, que es gerundio…. Iván nuevo vocabulario y vosotros el cómo definirle cada cosa que se le ocurra para comprender su significado. Al final todo esto os enriquece un poco más.
Un saludo.
Ya lo creo, Maite. Gracias por la visita.
Un saludo.
Debería de ser un ejercicio obligatorio: aprender a definir las palabras para los niños, creo que puede ser divertido. Mi sobrino me preguntó esta Navidad que qué significaba "espectaculares" (así han sido sus primeras notas). ¿Por qué ha venido Iván en invierno? ¿para sacarle de la guerra?
Uno se da cuenta de lo difícil que es definir las palabras cuando te toca hacerlo para un niño ¿verdad?
Ivan llevaba tres veranos sin venir porque el último que pasó aquí se puso muy enfermo y desde entonces no ha podido viajar. Ahora estaba lo suficientemente bien como para hacerlo, un día me chateó "Gema yo quiero ir a vosotros" y aprovechando que algunos niños de Chernobil vienen en Navidades, está aquí con nosotros. Ya estamos en la cuenta atrás (qué pena) pero esperamos que pueda volver este verano. aparte de disfrutar de su compañía, seguiremos aprendiendo castellano con él ;).
Genial que os hayáis podido volver a encontrar, es un chico con suerte, seguro que aprende mucho.
Ahora recuerdo que yo llegué a este blog al ver una foto de un cuadro (no recuerdo cuál) pero esa foto me llevó a leer lo que había debajo, y leí otra entrada, y otra… y me llamó la atención leer sobre Iván porque nosotros recibíamos por entonces, en verano, a una niña de Ucrania (ahora son dos) y habíamos leído lo de Iván en el periódico (cómo enfermó aquí y tuvo que quedarse ingresado cuando los demás niños se marcharon…). En fin, que nada de esto tiene que ver con lo que escribes pero me apetecía contar cómo una cosa lleva a otra y parece que no tienen nada que ver, pero realmente están unidas…
Empiezo a divagar demasiado….
Un saludo
¡Qué bueno, Maite! Qué recovecos tiene la vida a veces para llevarnos a encontrar lo que no buscamos… Iván estuvo viniendo en el verano, como ahora tus dos niñas, desde los 8 años hasta que enfermó. Después los médicos no le dejaron volar y fuimos nosotros a verle pero tuvo una recaída y otra vez hubo que replegarse. Ha venido un año en navidades y ahora estamos dándole la tabarra para que vuelva (ya tiene 19 años) porque nos parece que hace mucho tiempo que no le vemos. A él le apetece pero las cosas, como bien sabrás, son muy complicadas y lentas en Ucrania.
Muchas gracias por tus visitas y tus comentarios, me hacen mucha ilusión ambas cosas. Espero que sigas divagando…
Un abrazo.