El lenguaje tiene muchos recursos, uno de los más utilizados en la arena política es el de contestar con «manzanas traigo» cuando te preguntan «a dónde vas». No es un recurso nuevo, como podrán ustedes comprobar en esta anécdota, corta, bien contada y elegante:

«Nos instalamos en el jardín, en dos grupos separados: la presidenta, acompañada por mi mujer, mis hermanas y otros familiares. En el otro grupo, el general con sus ayudantes, mi cuñado Tom Burns y mi hijo Gregorio. De Gaulle pidió naranjada. Le pregunté por el almuerzo que ese mismo día había tenido en el palacio de El Pardo y en donde conoció, por primera vez, a Franco. «¿Qué impresión le ha causado nuestro Jefe de Estado?». Me contestó: «El salmón, exquisito». Y continuó en silencio bebiendo su refresco.»

G. Marañón: «El País», 8 de Agosto de 1981