En aquel tiempo remoto en el que el nivel del mar era tan bajo que Asia y América estaban unidas por tierra, unos pueblos siberianos llegaron a Norteamérica por el estrecho de Bering. Desde el extremo Norte fueron avanzando hacia el Este, desde Alaska hasta Groenlandia. Nosotros les conocemos como «esquimales» pero a ellos les gusta llamarse «inuit» porque «esquimal» significa literalmente ‘comedor de carne cruda’, mientras «inuit» significa ‘persona’.
Hablando del pueblo inuit y de la lengua tenemos que mencionar la cuestión de si los esquimales tienen o no muchas palabras para referirse a la nieve. La respuesta es que sí y que no. Confieso que he defendido durante muchos años que la nieve en el Ártico recibía muy diversos nombres, supongo que porque es una idea racional y a una le gusta que las cosas sucedan por algo. ¿Cuál es la realidad? La realidad es que las lenguas esquimales son polisintéticas y con dos o tres raíces pueden expresar muchos significados. Qanik significa ‘copos de nieve en el aire’ y aput, ‘la nieve en el suelo’, con estas dos palabras se van formando otras muchas que designan los distintos tipos o estados de la nieve, por ejemplo, «nieve en el suelo», «nieve derritiéndose», «nieve que acaba de caer», etc. O sea que sí designan muchos tipos de nieve, no tienen muchas palabras distintas para decir «nieve». Ahora a presumir.
Comentarios
No conocía la procedencia de los esquimales. Muy curioso, sí. Siempre he oído que ocurría lo mismo con los esquimales respecto a la nieve que con los asiáticos respecto al arroz o a los vascos con los árboles: que carecían de un término genérico para denominarlos. Pero por lo visto no es así, ¿no?
Muchas gracias
Josean