En un reciente congreso del Basque Center on Cognition, Brain and Language (sí, uno de esos nombres en inglés que tanto nos gustan en Euskadi) se presentó una investigación destinada a conocer cómo se aprendía antes el vocabulario de un idioma extranjero, si con un profesor en persona o a través de una pantalla, es decir, de forma virtual. Y los resultados fueron muy curiosos.

La investigación se realizó simultáneamente con niños de 30 meses y con adultos de entre 20 y 30 años. Y el resultado fue que los niños aprenden más y mejor con un profesor en persona, mientras los adultos, en cambio, aprenden más palabras a través de una pantalla que en contacto personal.

La explicación proporcionada por los investigadores apela al efecto inhibición social, es decir, los adultos se sienten cohibidos ante la presencia del profesor y se bloquean temiendo su juicio, mientras los niños no tienen esa vergüenza adquirida y aprenden del profesor sin preocuparles la imagen que puedan ofrecer. Da que pensar, la verdad.