Utilizar las palabras para jugar es algo que entretiene y gusta a muchas personas. Están los crucigramas, los trabalenguas, el Scrabble, Apalabrados, el exitoso Pasapalabra, las palabras encadenadas para jugar en el coche…
Y ya puestos a jugar, ¿saben ustedes qué es una palabra bifronte? Pues es aquella que se puede leer en los dos sentidos como amor y Roma o zorra y arroz. ¿Y un heterograma? Un heterograma es una palabra que no presenta ninguna letra repetida, como por ejemplo, adulterinos. Este tipo de palabras empiezan a tener interés a partir de unas siete letras de longitud.
Dos palabras son homófonas (que no homófobas, ojo) cuando suenan igual pero se escriben diferente, por ejemplo, vaca y baca. Este caso es muy curioso también con frases. Mi padre solía contar este ejemplo «yo lo coloco y usted lo quita» que también puede ser «yo loco loco y usted loquita». Este fenómeno es más rico en lenguas con gran distancia entre el habla y la escritura, como el francés, y más divertido cuando se adorna, como hacía mi padre, que ponía a los protagonistas del diálogo en el compartimiento de un tren colocando una maleta en el estante superior, «yo lo coloco, decía él, y usted lo quita» y nos explicaba a los pequeños, para gran divertimento de todos, los dos significados de las frases.
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