Cuando leo un libro o veo una película me gusta que me hagan pensar, que el texto o el film pongan a trabajar a mis neuronas. Y eso es lo que consigue Lucia Berlin con los relatos del libro Manual para mujeres de la limpieza. Aquí les dejo una cita que es posible que no sea la última. Espero que les guste.

«El primer mes había ido bien. La amenaza de la clase de latín era una ventaja; al final de la segunda semana, había eliminado a siete alumnos. Era un lujo enseñar para un grupo tan reducido, en el que además me libraba de los peores elementos. Hablar español como una nativa era una gran baza. Los alumnos se sorprendieron de que una gringa pudiera hablar tan bien como sus padres, incluso mejor que ellos. Les impresionó que reconociera las palabrotas, la jerga para hablar de la marihuana o de la policía. Trabajaban duro. El español les resultaba cercano, era importante para ellos. Se comportaban, pero su obediencia huraña y sus respuestas mecánicas eran una afrenta para mí.

Se burlaban de las palabras y expresiones que yo usaba, y empezaron a usarlas tanto como yo. «La Piña», me llamaban, mofándose de mi pelo, y pronto las chicas se hicieron el mismo corte. «La muy idiota no sabe escribir», murmuraron al ver que escribía en la pizarra con letra de imprenta, pero empezaron a utilizar la misma letra en sus trabajos.»

Lucia Berlin: Manual para mujeres de la limpieza.