Como soy una pirada del lenguaje, en cuanto me tropiezo con una referencia etimológica o cualquier expresión que me parece interesante, corro a copiarla en este blog porque creo que les gustará también a ustedes. A veces tengo mi momento de duda y pienso si no será una tontería, pero luego me digo que quizá sirva para que se acerquen al libro del que procede. Y, bueno, que eso es lo que me ha pasado con esta cita. Por cierto, el libro es de los que no se pueden dejar de leer.

«La palabra «angustia» tiene su origen en el término latino angustiae, que significa «estrechez, angostura». Según la definición clínica es un estado afectivo, pero en realidad, como indica su etimología, describe una circunstancia física: el estrechamiento de los órganos internos del cuerpo, la compresión de las entrañas hasta que se produce el dolor. Los que se enferman no son los afectos      -esos humores gaseosos-, sino el esternón, la clavícula, las costillas que protegen al corazón. Incluso las vértebras. Hay un quebranto corporal orgánico, de las células, de las moléculas. Hay una afección que podría verse en el microscopio o en el análisis sanguíneo».

Luisgé Martín: El mundo del revés