La historia de esta palabra es muy bonita, como lo son la mayoría de las historias de los mitos griegos. Hermafrodita es aquel o aquella que posee ambos sexos y la palabra procede del griego Hermafróditos, personaje mitológico hijo de Hermes y Afrodita.

Como no podía ser de otra manera con esos padres, Hermafróditos era una persona de una belleza excepcional. Salmacis, una ninfa de un lago de Caria, región de Asia Menor, se enamoró perdidamente de él pero Hermafróditos no le correspondió. La muchacha se sumió en la desesperación y rogó y rogó tanto a los dioses que consiguió de ellos algo excepcional: que su cuerpo se fusionase con el del joven, lo que, según la historia, ocurrió mientras este se bañaba en un lago. Así, de ellos dos nació un nuevo ser dotado de doble naturaleza y de ambos sexos. Salmacis consiguió lo que todo enamorado desea: fusionarse con su amado.

La fábula, narrada por Ovidio, ha inspirado numerosas obras artísticas. Les recomiendo la lectura de Middlesex de Jefrey Eugenides, una novela ambiciosa y emocionante que cuenta la historia de un hermafrodita, la historia de un pueblo y una familia, la épica de la emigración y con ella la construcción de los Estados Unidos. Y con este objetivo tan ambicioso, Eugenides construye una de esas novelas que marcan un antes y un después. No se la pierdan.