Dicen que es una de las mejores novelas de la literatura hispanoamericana de los últimos veinticinco años y que su autor es un escritor imprescindible. Confieso que no había oído hablar de él hasta hace bien poco pero me he aplicado a su lectura y la verdad es que escribe como los ángeles. Aquí les dejo una cita que me ha gustado.
«Sus frases no se precipitan ni se atollan por el furor, no se entrecortan con interjecciones o con gritos indignados; más bien van saliendo de entre sus labios armoniosas y espaciadas, esmaltadas de tanto en tanto por algún galicismo o italianismo, y si a veces se detienen y vacilan durante algunos segundos, es porque en más de tres décadas de vivir en el extranjero, del sótano oscuro que almacena en el fondo de su ser el repertorio incalculable de palabras que constituyen su idioma materno, alguna, por la falta de uso prolongado que la tenía arrumbada en cualquier rincón, tarda en subir por las ramas intrincadas de la memoria a la punta de la lengua que, igual que la plataforma flexible de un trampolín, la lanzará a la luz del día. Su discurso es irónico y grave a la vez, proferido con una entonación distraída de la que es difícil saber si es auténtica o simulada, si el hombre de casi sesenta años que la emplea expresa a través de ella un odio contenido o una práctica solipsista y un tanto hermética de la comicidad.»
Juan José Saer: La grande
Comentarios
Lo que son los gustos y las apreciaciones Gema, encuentro el texto un tanto alambicado de adjetivos. Por ejemplo, ¿el término»esmaltadas» es apropiado en la frase? ¿No habría sido más feliz encontrar otro adjetivo?
En cuanto a la tardanza en subir las palabras a la punta de la lengua ¿no es simplemente una cuestión de cierta senectud?
Perdona mi inveterada costumbre de recurrir a la ironía. Buen «finde»; por cierto, ideal para sumergirse en un libro.
Lo cierto es que el autor tiene una prosa muy especial, distinta, de las que o te gusta o no te gusta. En cuanto a las palabras que no llegan cuando uno quiere, bueno, sí, pasa más cuando uno es mayor pero también pasa cuando eres joven, que a veces no hay manera de encontrar la palabra que quieres decir.
He de confesar, Antonio, así entre nosotros, que no he terminado el libro. Puede que sea uno de los mejores de los últimos veinticinco años, no digo que no, pero yo le di un plazo y transcurrido este, me di cuenta de que me daba igual cómo terminara la historia, señal inequívoca de que hasta aquí hemos llegado. Y como ya no tengo ese remordimiento de que no se puede dejar un libro a medias, pues a otra cosa mariposa. Por suerte, lo cogí en la biblioteca y no me dolí del dinero gastado ;).