Decía recientemente Rosa Montero en una charla que tuve la suerte de escuchar que no hay que preocuparse por la posteridad pues ni estaremos en ella ni ella se acordará de la mayoría de los libros publicados en un tiempo anterior. Me dejó pensando pues uno de los mayores anhelos del ser humano es el de la trascendencia, entendida como una forma de vivir más allá de la muerte. Y ahora, al encontrar por casualidad esta cita del gran crítico literario Harold Bloom veo que coincide con la apreciación de Rosa Montero.

«Lo que se ha dado ahora en llamar «relevancia» terminará en el cubo de la basura en menos de una generación, ya que nuestra sociedad -de forma un tanto tardía- va enmendando prejuicios e injusticias. Las modas en literatura y en crítica caducan como piezas típicas de una época determinada (…)

El tiempo, que nos va deteriorando hasta que nos destruye, es aún más despiadado a la hora de arrumbar novelas, poemas, obras de teatro y cuentos inconsistentes, por mucha virtud que muestren. Dense un paseo por alguna biblioteca y fijense en las obras maestras de hace treinta años: puede que unos pocos libros olvidados tengan valor, pero la iniquidad del olvido ha sido el resultado en la mayoría de los best sellers de la venganza implacable del tiempo.»

Harold Bloom: “Cuentos y cuentistas. El canon del cuento»