La cafetería se va animando a eso de la una. Hay música de fondo, una televisión sin volumen y mesas demasiado juntas. Una pareja mayor se sienta junto a mí. Te puedes comer todas las cebollitas porque esas a mí no me gustan, le dice la mujer, con la intimidad que dan décadas de matrimonio. Cómete las aceitunas, le responde él, caballeroso. Se ve que son una pareja bien avenida con una relación que se rige por la justicia y la igualdad: las aceitunas para ti, las cebollitas para mí. A mi espalda dos hombres hablan sobre instancias, firmas y plazas. Yo diría que son profesores universitarios urdiendo un complot para conseguir que el departamento se llene de los suyos, aunque quién sabe quiénes son los suyos… Un niño pequeño llora mientras sus padres intentan, desesperados, tropezarse con la mirada del camarero, pídele dos gildas y que nos dé pan, anda, dice la mujer.
La gente sigue entrando en el bar, lo que pone en duda ese lugar común que nos define como una sociedad desigual, dividida y todavía en crisis. A mi derecha una mujer joven reniega de las navidades, el día de Nochebuena fuimos a casa de mi suegra, qué rollo. Bueno, responde su amiga, al menos no tuviste que cocinar… Ya, tía, pero qué rollo, de verdad. Sí, una de las pegas del matrimonio es que te emparentas con una familia con la que es posible que no tengas nada en común.
Y ve una que la vida bulle y ocurre aquí y allá y cada uno tiene su afán y el alivio de retomar la rutina está en el de todos. Hay música de fondo y conversaciones que perseveran encima de la música. Y decido marcharme porque no he conseguido leer ni una página del libro que he traído.
Comentarios
«Sí, una de las pegas del matrimonio es que te emparentas con una familia con la que es posible que no tengas nada en común».También puede ser al revés y es una delicia.
Y lo bonito que es, a veces, ver y escuchar esa vida que ocurre a nuestro alrededor, y disfrutarla como si de un libro se tratara…
Pues tienes toda la razón porque estuve de lo más entretenida… cada conversación me daba algo para pensar…
Es como sentarse en un banco y ver pasar a la gente e inventar la historia de sus vidas. A mi me entretiene mucho.