Si algo nos permite ser creativos es el lenguaje. Sin necesidad de ser doctos académicos creamos palabras nuevas constantemente, unas tienen fortuna y permanecen, y otras desaparecen tan rápido como han surgido, pero ahí estamos los hablantes plantando semillas día sí, día también.

Hoy quería hablarles de los términos que se crean a partir de referencias culturales, como por ejemplo ser un adonis, un donjuán o un casanova. Esas palabras aluden a un personaje literario o mitológico creado con tanto talento que su nombre en la ficción ha permanecido en nuestro léxico para describir un tipo de persona. Yo diría que hay más ejemplos de los que pensamos, pues están también los que son auténticos quijotes, las adolescentes que quieren ser lolitas y esas señoras que, cual celestinas, siempre están intentando emparejar a los sobrinos.

Otras referencias proceden de textos antiguos, uno puede estar hecho un sansón, o venir de cómics o chistes, como ser un jaimito, o incluso pueden hacer referencia a un sabio griego, como cuando calificamos a alguien como el pitagorín de la clase.

Existen los romeos y las julietas y las venus y también las perogrulladas o verdades de Perogrullo, que a la mano cerrada llamaba puño. Esta última no sé si viene a cuento, pero es que siempre me ha hecho mucha gracia.