Está mal que yo lo diga, pero los filólogos somos muy importantes en la sociedad. Uno piensa en los bomberos, en los médicos, en los astronautas… y nunca se acuerda de los que nos dedicamos al lenguaje… porque al fin y al cabo, todos sabemos hablar, ¿verdad? ¿Quién nos necesita?

Viene todo este autobombo a cuenta del giro que ha dado el caso del juez Llarena en Bélgica. Pablo Llarena hizo unas declaraciones en torno al «procés» en las que, refiriéndose a si en el procedimiento hay presos políticos, decía lo siguiente: «No es el caso que estamos llevando ahora en el Tribunal Supremo, se trata de comportamientos que aparecen recogidos en nuestro Código Penal y que, con independencia de cuál haya podido ser la motivación que haya llevado a las personas a cometerlos, si es que esto ha sido así, pues tienen que ser investigados». Ese «si es que esto ha sido así» fue traducido en francés como «sí, eso ha sido así», lo que cambia completamente el sentido de la declaración.

El error ha sido descubierto por un tuitero, un profesor de francés hispanohablante, que sintió curiosidad por la traducción y puso el foco en la incorrecta traducción de esa frase.

Hay mucho más que decir sobre este tema, los medios se están ocupando de él ampliamente, pero no podía dejar de mencionarlo por cómo pone el acento, tanto en la importancia del análisis del lenguaje como en el trabajo de los traductores. Las malas lenguas dicen que no ha sido un error de traducción, sino un intento del tipo «las palabras significan lo que yo quiero que signifiquen».*

* Lewis Carroll: Alicia en el País de las Maravillas