Cuando los lectores esperan con ansiedad la nueva entrega de un escritor es por algo, me dije ante las crónicas que celebraban que Domingo Villar publicara una nueva novela. ¿Y quién es Domingo Villar? Es un gallego residente en Madrid que ha publicado tres novelas, extensas pero solo tres. La recién publicada tiene una larga lista de espera en la biblioteca por lo que me decanté por la anterior, «La playa de los ahogados», publicada en 2009. Son unos cuantos años los que han esperado sus fieles pero es que Domingo Villar no escribe novelas breves.
Leo Caldas, el protagonista, es un inspector tranquilo que además de trabajar en la policía colabora en un programa de radio. Le acompaña, como a todo héroe que se precie, un ayudante, Rafael Estévez, un aragonés impulsivo y tosco que se desespera ante el carácter pétreo de los gallegos. La trama es sencilla, un marinero aparece un día ahogado, todos suponen que se trata de un suicidio pero una tragedia anterior en el mar y alguna otra pista ponen al inspector sobre aviso: probablemente están ante un asesinato.
Domingo Villar es un genio escribiendo diálogos, vaya eso por delante, y es un supergenio escribiendo diálogos entre gallegos. Más de una vez me he visto desesperándome ante las respuestas con evasivas o ante las respuestas con otra pregunta. En definitiva es una novela policíaca digna y entretenida, un poco demasiado larga para mi gusto pero que no defrauda. Ya me dirán.
- De esta novela se hizo una película en 2015 con Carmelo Gómez en el papel del inspector.
Comentarios
La película la he visto por ahí, ahora me dan ganas de sentarme y verla. Aquí cuando alguien tiene un acompañante de aventuras a veces se dice que «le hace la segunda» (sería el caso de Rafael, o de un Watson para un Holmes). Creo que alude al canto, a la segunda voz.
¡Qué bonita expresión! No la había oído nunca pero me parece muy bien traida.
Es muy curioso e interesante ese personaje porque encarna la crítica al carácter de los gallegos (o al estereotipo que tenemos de ellos) y siendo gallego el autor creo que tiene mucho sentido del humor.
Un saludo, Carlos.