Termino de Leer Fin de Karl Ove Knausgård y me siento triste. No por terminar el libro sino por todo lo que ocurre en él. Hechos que no son ficción pues son la historia real de Knausgård y su esposa Linda y sus hijos, los pequeños Vanja, Heidi y John. Es extraño leer una historia con forma de novela y saber que es verdad. Pienso si se trataría de un diario entonces o de una biografía, pero más bien tengo que asumir que como género es inclasificable.
En este tomo (el sexto y último de Mi lucha) Knausgård relata cómo todo lo que ha contado en los cinco anteriores ha afectado a su familia y a él mismo. Cómo su tío Gunnar, el hermano de su padre, le amenazó con demandarle y cómo le trastorna esta animadversión de su familia. ¿Tiene derecho a escribir acerca de su familia en términos tan crudos?
La obra es conmovedora en su desnudez y un tanto suicida. Cuesta asomarse a las consecuencias de la literatura. A veces Knausgård describe interminables momentos cotidianos con los niños, cómo les da de desayunar, les prepara, les lleva a la guardería e intenta escribir. También cuenta cómo hace la compra, recoge la casa y prepara la comida, pues su mujer, Linda, apenas puede hacer nada, o tiene demasiada energía y no puede centrarse o está deprimida y no sale de la cama. Knausgård se culpa de esta situación pensando que es la consecuencia de lo que él ha escrito sobre ella y de que todo el mundo lo sepa.
Toda la obra de Knausgård es muy interesante e inusual, que un autor hable en una novela sobre las consecuencias de su obra anterior o que incluya en mitad de la historia un ensayo de 200 páginas sobre la obra homónima de Hitler (Mi lucha) no se lee todos los días.
¿Una opinión más concreta? Yo diría que es irregular pero a mí me ha gustado y, hasta ahora, no hay nada parecido en la literatura.
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