Terra Alta arranca con la escena de un terrible crimen. Los propietarios de una importante empresa de la comarca, Gráficas Adell, (así como su criada) aparecen asesinados en su casa después de haber sido salvajemente torturados.

Se encarga del caso Melchor Marín, un joven mosso d’esquadra con una interesante biografía a sus espaldas. Melchor Marín ha pasado por la cárcel, donde se aficionó a la lectura y sobre todo a «Los Miserables», se ha hecho policía para encontrar a los asesinos de su madre y ha abatido a varios terroristas islamistas en Cambrils. De hecho, sus superiores le destinan a Terra Alta para quitarle del punto de mira de posibles venganzas terroristas.

Con estos mimbres, Javier Cercas arma una novela policíaca interesante, que se mueve entre las intrigas de la comarca y la personalidad del mosso que investiga el caso. Como en muchas novelas negras, el policía / detective es un ser atormentado, introvertido y empeñado en que se haga justicia, aunque la visión de la justicia de Melchor Marín a veces parece acercarse a la de venganza y solo se calma cuando encuentra su lugar en el mundo, es decir, cuando encuentra una mujer de la que se enamora y con la que empieza una feliz vida en común.

Es una historia interesante y muy bien contada, si bien me desconcierta que una novela negra haya sido elegida Premio Planeta, aunque quizás no hay de qué extrañarse pues todo el mundo sabe que en la elección del Premio Planeta pesan más razones que las puramente literarias.