En la serie Sex Education (que les recomiendo encarecidamente, sobre todo si tienen adolescentes en casa) hay un coro que canta en un idioma que no es el inglés. ¿Por qué cantan en elfo? pregunta Aimee, a lo que su amigo Otis le responde me temo que es latín.

Los que hemos estudiado latín aprendimos que era una lengua muerta. Muy relevante, muy extensa, de la que descendían un número importante de lenguas… pero irremediablemente muerta. Bien, no sé qué decirles a este respecto.

¿Dirían ustedes que está muerta una lengua en la que se celebran congresos y se editan revistas? En principio, diríamos que no, ¿verdad? Hay grupos de personas que saben latín, que lo hablan y que, de hecho, lo utilizan para comunicarse. Sería algo así como el inglés de los raros.

El latín es la lengua oficial del Vaticano, aunque sí, en la práctica este estado se comunica en italiano y en francés y después traduce los documentos oficiales al latín.

Está tan vivo el latín que un profesor de Filología y Periodismo de la Universidad de Navarra da sus clases en latín ante el regocijo de sus alumnos, como pueden ustedes comprobar aquí. Harry Potter enuncia sus conjuros en latín, ¿en qué otra lengua podía ser?, y hasta existe la posibilidad de aprender latín en la famosa app Duolingo.

Alguna rara avis todavía echa en falta que las misas no se digan en latín aunque tengan que reconocer que se quedaban in albis. Ciertamente hay cosas que a priori no hay necesidad de entender y otras que, sin embargo, son más bonitas dichas en latín como, por ejemplo, in sécula seculorum.