Hay algunas religiones -como el Islam, el judaísmo y el cristianismo- que podríamos llamar religiones de Libro. Algunas fueron directamente dictadas por la divinidad -como en el caso del Islam-, mientras otras consideran que el texto fue escrito por inspiración divina pero no directamente por Dios, como sería el caso del judaísmo, el cristianismo y el hinduismo.
Si tenemos en cuenta la elección lingüística que cada una de ellas hace, podemos dividir a las religiones en dos grandes grupos. Por un lado, están las religiones que continúan usando la lengua antigua en la que el texto revelado fue entregado por la fuerza divina, (religiones reveladas), y por otro, las religiones que utilizan textos que no fueron directamente revelados por Dios, sino que fueron escritos por unos discípulos o maestros (religiones de la sabiduría).
Gracias a esta forma de considerar las religiones, podemos entender mejor las elecciones lingüísticas realizadas en muchas religiones del mundo. El hinduismo, por ejemplo, conserva sus textos religiosos escritos en sánscrito, lengua de los antiguos Vedas, prohibiendo su traducción a cualquier otra lengua. El judaísmo utiliza también una lengua clásica, el hebreo clásico, para transmitir sus textos religiosos. Estas lenguas se conservan alejadas de cualquier tipo de contaminación o de posible cambio lingüístico debido a su exclusivo uso religioso.
El cristianismo, sin embargo, no tiene una lengua que considere sagrada, aunque el latín y el griego han gozado de un mayor estatus. El 7 de marzo de 1965 la Iglesia Católica abandonó el latín en aras de acercar la práctica religiosa al pueblo llano y Pablo VI dijo por primera vez la misa en italiano. A día de hoy me pregunto si no es mejor cuando uno entiende determinadas cosas a medias.
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