Cuando una novela me ha gustado mucho se me hace especialmente difícil hablar de ella. Quisiera escribir una reseña tan atrayente que me quedo sin palabras. Me limito a los «me ha encantado», «es una maravilla», «la tienes que leer» y me doy cuenta de que con eso no digo nada.

Es el caso de Tener un cuerpo, una novela extraordinaria que cuenta el recorrido vital de una mujer: la niñez, la adolescencia, la juventud… a partir de la experiencia del cuerpo. Habla del pudor, la seducción, el amor, la sensualidad, la maternidad, el duelo… tomando conciencia de la presencia abrumadora del cuerpo, un cuerpo de mujer, uno de esos tan complicados que hasta los científicos prefieren investigar cuerpos de hombres.

Estructurada en cinco capítulos, Brigitte Giraud abarca en su obra el cambio del cuerpo en la adolescencia, la marea de sensaciones, la experiencia de la sexualidad. Habla de la intimidad, de las emociones, y escribe una historia que nos interpela directamente acerca de cuál es nuestra relación con el cuerpo que nos ha tocado en suerte. A veces pensamos en el cuerpo como el simple envoltorio que alberga nuestra alma, nuestro espíritu, pero nosotras (y nosotros) somos ese cuerpo, reaccionamos a sus humores, a su malestar y a su placer. El cuerpo nos hace felices o nos hace sufrir. Un cuerpo en el que siempre estamos dentro, al que nunca vemos ni sentimos desde fuera.

Una maravilla de novela que nos ayuda a tomar conciencia de quiénes somos. Un libro bien escrito al que yo solo le he encontrado una pega: es muy corto.