En el garaje tengo una bici, unas baldas guardadas para por si acaso y una tumbona de las de tomar el sol que compré para pasar noches en el hospital. Tengo una moto que no es mía pero que me gusta ver allí, esperando a su dueña. Tengo unas cuantas cajas de esas de plástico que se guardan debajo de la cama, una de ellas contiene adornos de Navidad, otra algunas ropitas de mis hijos de cuando eran pequeños, otra guarda útiles para pintar y una caja de Aguaplast.

Hay también varios álbumes de fotos rescatados de casa de mis padres, fotos que quiero mirar y que temo mirar. Hay varios cuadros pintados por mi madre. Hay un teclado Casio en el que solía tocar mi padre y un tren eléctrico de juguete que era de mi hermano. Hay también un álbum con discos, con singles de cuando era adolescente.

No son muchas cosas, no soy de guardar, pero cuando lo veo así, todo junto, pienso que son como los restos de la que fue mi familia, casi son los restos de uno.